Ya hemos entrado de pleno en el invierno. Días fríos y cortos, aunque cada vez menos, vienen
a nuestro encuentro.
Cada época del año tiene sus cosas bellas: los campos floridos, las hojas de colores… El hielo.
Aquí tenéis unas instantáneas de un frío domingo en Banyeres de Mariola.
Es curioso que algo tan frío pueda despertar sentimientos tan cálidos
Porque incluso de los momentos más duros, más fríos y más crudos, se puede aprender algo
positivo. Y descubrir la belleza que entraña.
y por último no pude resistir la tentación de caminar por la hierba helada.
Vistas desde la casa de un gnomo
¿Quién no se ha planteado alguna vez, sobre todo de pequeño, cómo viven los seres mágicos
del bosque?
¿Dónde se guarecen de los elementos? ¿Dónde se esconden de los humanos? ¿Son hogares
acogedores? Demasiadas preguntas sin respuesta.
En una de mis aventuras conocí a un gnomo, del cual me hice amiga. Tomamos una infusión
deliciosa a la puerta de su casa. Obviamente no pude entrar, pues no cabía ni mi cabeza. Pero
sí pude fotografiar las vistas que tenía desde su casa.
Pero no se lo contéis a nadie, guardad el secreto. Mi amigo me pidió que sólo lo compartiese
con gente muy especial, que ame la vida tanto como él.
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