Persistencia


No soy nadie. Sólo una gota. Una gota atraída por la gravedad.

Me deslizo, me arrastro, me escondo. Caí de una nube y aterricé en el suelo. Caí del suelo a las profundidades. Arrastro conmigo mi tesoro de minerales. Y mientras me pregunto: ¿para qué tanto esfuerzo? Sólo soy una gota.



Luego levanto la vista, y veo que no estoy sola. ¡Hay más como yo! Se deslizan y se esconden, y portan su precioso tesoro. La oscuridad se salpica de pequeñas gotas de luz. Mi alrededor ya no es tan triste, ni tan desolado. Pero entonces me pregunto: ¿de qué sirve tanto esfuerzo?

Sólo somos unas gotas.



Abro más los ojos. Miro a mi alrededor. Veo todo lo que han hecho cientos, miles de otras gotas antes de mí. Observo las curvas. Observo las formas.



Y entonces… Me dejo caer


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