La Pata de Alcalá.



Alcalá del Júcar.
25 de abril del 2014
10:15 A.M.

Ir de viaje te hace plantearte cuestiones profundas del tipo: ¿A dónde vamos hoy? ¿Qué vamos a hacer?

En esas estábamos, sentados en un banquito a la fresca sombra de los árboles del paseo, cuando de repente...

¡¡¡Cuac!!! 



- Fíjate, qué gracioso, cómo nos mira la pata.
- ¡Hola amiga!
- Parece que quiere comer. 
- ¿Le damos algo de pan?

10:20  A.M.
Seguimos planeando la excursión, mientras le damos una rebanada de pan a la pata. Parece estar contenta, y no deja de poner ojitos para que le demos más.



10:30 A.M. 
Tanto planificar... y sobre todo ver cómo nuestra compañera come nos ha abierto el apetito. Vamos a almorzar.

10:45 A.M:
Acabamos de almorzar. La pata sigue con nosotros. Nos preguntamos si habrá más patos por aquí. Como queremos visitar el pueblo, decidimos comenzar por el río. 

10:47 A.M. 
Confirmado: hay más patos en Alcalá del Júcar. Aunque no a todos les gusta madrugar.



10:50. A.M. 
Deberíamos reanudar la excursión. El pueblo es precioso y hay mucho que visitar

10:51 A.M.
¡Esperad! ¡¡¡Mirad qué cositas más tiernas! ¡Oooooooooooooh! Se me cae la baba.




Y los polluelos tienen una madraza que les ayuda en todo momento.

Bueno, casi.


11: y no se sabe cuánto.

Por fin alguien decide poner orden. ¡Se nos ha hecho tardísimo! ¡Recoged, recoged!
Y justo cuando estamos en marcha, al lado de los bancos donde hemos almorzado, la pata que nos pidió comida, no se sabe si por casualidad o agradecimiento, se subió al pequeño muro y nos dejó esta bella instantánea:



Allí está, allí está viendo pasar turistas. La Pata de Alcalá (del Júcar)
Mírala, mírala, mírala, mírala... ¡La Pata de Alcalá!

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