Como si un rayo de gracia celestial hubiera iluminado su cabeza, un día, sin más, una amiga se presentó en mi pueblo.
Nos organizamos y al día siguiente nos fuimos de turismo. Y cómo no, no podía faltar el castillo.
Ya de por sí es un lugar hermoso, pero en aquella ocasión nos encontramos una sorpresa que le añadió todavía más emoción: ¡Un espectáculo! Y no uno cualquiera: era una recreación de los episodios más importantes de la historia de Xàtiva, narrados por un cronista del siglo XIX (¿se habría levantado de entre los muertos o sería su fantasma? En todo caso, parecía muy real), ayudado por los Maestros Cetreros de Anna y sus aves.
Del espectáculo disfrutaron niños y mayores, locales y de fuera. Y logramos tomar unas fotos estupendas, que os dejo aquí.
Ahora solo me queda esperar a que un día se vuelva a presentar de improviso y logremos completar la ruta, ya que con tanta ave se nos hizo tarde. ¿Tendremos la misma suerte y encontraremos otro espectáculo?
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