Después de haber concluido mi recopilación de fotografías e historias sobre el Valle del Baztán, uno de mis más fieles acompañantes de viaje me sugirió que podría hacer lo mismo con el de la Sierra de Cazorla, que hicimos las pasadas Fallas.
Y es que en mi familia no somos muy participativos en lo que a Fallas se refiere, y aprovechamos estas fechas para viajar.
Puede que algunas ya las hayáis visto en las entradas de Fotografías de Fondo de Pantalla, aunque he intentado no repetirme.
Dicho esto, ¡venid a la Sierra de Cazorla! Asomaos por la ventana para descubrir...
... uno de los municipios más bellos de nuestro país
Esta escalera de caracol formaba parte de uno de los monumentos principales de Cazorla, y me recordó enormemente, como a casi todos los valencianos que la visitan, a la escalera de la Lonja.
Otra panorámica del pueblo.
Bajo las entrañas de su iglesia discurre un río. Les resultó más "sencillo" construir sobre él que desviarlo.
Ya fuera del edificio, los patos campan a sus anchas.
Un sauce, despertando de su letargo invernal, ilumina el paisaje con sus hojas verdes y lustrosas.
Y he aquí el hermoso castillo de Cazorla, que domina tanto la localidad como los montes adyacentes.
Después de la visita, regresamos por donde habíamos venido, aunque nos encontramos todavía con nuevas sorpresas.
Ya en la casa rural, me dediqué a fotografiar el castillo, iluminado por la luz del atardecer...
... y la hermosa puesta de sol, entre pinos y olivos.
Por momentos en mi mente resonaba la canción de El Rey León.
¿Quién quiere ir al Serengeti teniendo esto al lado de casa?
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