Quienes conocéis el blog y lo seguís desde hace tiempo, sabréis que tenía la costumbre de felicitar el cambio de estación. Siempre he sido más de felicitar las estaciones porque me siento en contacto con la naturaleza; las fiestas también me gustan pero van fijadas por un calendario, en cambio las estaciones llegan sin que nadie se las pida, como un regalo de la naturaleza.
Ahora que he retomado el blog, he decidido, también, retomar el hábito de felicitar las nuevas estaciones, y por ello os regalo esta foto.
En realidad, la tomé en marzo del 2017, pero la composición parece invitar al invierno más que despedirlo. En todo caso, ahí está: la diosa de los bosques invernales, dando la bienvenida al transeúnte, extendiendo sus fríos y helados brazos para proporcionarnos la tan necesaria nieve; el hada helada, inclinada, agradecida ante tan extremo presente.
Junto a ella, doy las gracias por disfrutar de un bello invierno más. ¡Ojalá que nieve y llueva todo lo que no lo ha hecho durante los últimos años!
¡Feliz invierno a todas y a todos!
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